Apocalipsis 3:14-20; Zacarías 1:3
¿Cómo se despierta a una iglesia? ¿Cómo puede haber un mover especial que haga que personas indiferentes se conviertan en personas en fuego? ¿Qué tiene que pasar para que personas que antes solo pensaban en asistir a un culto únicamente, se conviertan en personas que buscan con desespero al Señor y sienten una verdadera sed espiritual?
El 31 de octubre de 1517, hace 500 años, un monje agustino llamado Martín Lutero cansado de la oscuridad espiritual que había en la iglesia, desesperado por la corrupción que veía en Roma, enfadado porque no veía que las personas pudieran acercarse a Dios como deberían, colocó 95 tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg dando origen a lo que se llamó como la Reforma Protestante.
El Espíritu Santo contra la tibieza espiritual
Fue un llamado a la iglesia a despertar de su letargo, a salir de su corrupción, a representar adecuadamente al Dios que debía predicar, fue un llamado a salir de la idolatría, a salir de tanto paganismo metido en la misma iglesia para llegar a comprender la Escritura y seguir lo que en ella decía. Y esto partió el mundo de ese entonces, fue una verdadera revolución en todo sentido y aparecieron hombres que, motivados por el Espíritu Santo en diferentes lugares del mundo, soñaban en hacer algo que dignificara a Dios como debe ser siempre.
Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete.
Apocalipsis 3:19
El mensaje que Jesús envía a la iglesia de Laodicea es precisamente para que salgan de la tibieza espiritual y sometan sus corazones completamente al Señor.
La iglesia necesita del Espíritu Santo
Esta iglesia es un claro ejemplo de una iglesia que cree que está haciendo todo bien, pero al final es reprendida por Dios. Ellos creen que están haciendo lo correcto. Se ufanan que son ricos, que no tienen ninguna necesidad.
En otras palabras, pueden decir: tenemos grandes templos, tenemos dinero en el banco, tenemos un ministerio floreciente, ellos creen que lo tienen todo y no les falta nada y sin embargo las palabras del Señor son: ustedes no saben que en realidad son desventurados, miserables, pobres, ciegos y desnudos. ¡Porque son tibios!
Por lo tanto, adviértele al pueblo que así dice el Señor Todopoderoso:
Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes —afirma el Señor Todopoderoso—.
Zacarías 1:3
Dios conoce sus obras y ve que en realidad están alejados de la voluntad del Señor.
Pero el llamado del Señor es a dejar esa tibieza espiritual. Debemos entrar en el fuego de Dios y tener corazones encendidos para movernos con poder espiritual.
El Espíritu Santo nos llevará a experimentar ese fuego tan anhelado.
¡Bendiciones! Pastor Harold Caicedo