Hechos 16:16-18; 1 Samuel 28:3-8
Vivimos en tiempos en los cuales las personas desean que alguien les hable acerca de su futuro. Acuden a diferentes lugares donde creen que les dirán lo que viene para sus vidas y luego determinan lo que hacen a partir de esas palabras que han recibido.
Sin embargo, esa búsqueda puede ser equivocada si acudimos a una fuente errónea.
Adivinación: una fuente errónea
El apóstol Pablo en su segundo viaje misionero llegó junto con sus compañeros a la ciudad de Filipo y allí tuvo un encuentro con una joven que tenía un espíritu de adivinación. Ella anunciaba algo correcto pero desde una fuente equivocada y esto molestó a Pablo quien oró para que la muchacha fuera liberada y eso sucedió.
Una vez, cuando íbamos al lugar de oración, nos salió al encuentro una joven esclava que tenía un espíritu de adivinación. Con sus poderes ganaba mucho dinero para sus amos.
Hechos 16:16
Así mismo Saul, desesperado por conocer lo que habría de suceder en su batalla con los filisteos y teniendo en cuenta que no había recibido ninguna palabra de Dios, buscó a una mujer que le adivinara acerca de lo que vendría para él en su futuro próximo.
En ambos sucesos aparece un espíritu de adivinación que Dios rechaza y que no debería jamás ser aceptado por los creyentes.
Desafortunadamente hoy en día en muchos lugares se profetiza a todo el mundo, pero estas profecías no vienen de Dios, pues nunca se cumplen, mas bien parecieran venir de un espíritu de adivinación que muchos aceptan sin problemas.
Profecía: una palabra esclarecedora
El apóstol Pedro nos advierte: Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones» (2 Pedro 1:19).
Como creyentes debemos acudir a la fuente profética segura que es la palabra de Dios.
La suma de tus palabras es la verdad; tus rectos juicios permanecen para siempre.
Salmos 119:160
¿Te sientes desesperado/a y tienes temor de no saber lo que viene para tu vida y quieres que alguien te hable de tu futuro? ¿No ves claramente y te gustaría recibir una palabra de esperanza, pero que sea segura?
No busques en otros lados, busca a Dios, ve a Su palabra y Él es quien hará resplandecer la verdad para tu vida.
La palabra y su mensaje pueden cambiar tu vida.
¡Bendiciones! Pastor Harold
